SITUACIÓN DE LA
NIÑEZ Y ADOLESCENCIA EN GUATEMALA
Niña triste
El biólogo Humberto Maturana, en su libro El árbol del conocimiento, describe lo que le sucede a una ovejita recién nacida si es separada, solo unas horas, de su madre. La ovejita se desarrollará aparentemente de manera normal. Crecerá, caminará, seguirá a su madre, y nada peculiar se detectará hasta que principia a socializar con otras ovejitas. A las ovejas les encanta correr, jugar, toparse las cabezas entre sí. Sin embargo, la ovejita que fue separada de su mamá, por un tiempo corto, no hará lo mismo. No sabrá cómo jugar. Se aislará del grupo.
Por RITA MARÍA ROESCH
¿Qué pasó? Los
científicos no han logrado determinarlo, pero lo que sí saben, a la luz de la
dinámica de la estructura del sistema nervioso, es que esa conducta revela que
el sistema nervioso de la ovejita se conduce de manera diferente al del resto
de las ovejitas por la separación temporal de su madre. Durante las primeras
horas después del nacimiento de una oveja, la madre lame continuamente todo su
cuerpo. La ovejita que no recibió esa atención visual y estimulación materna
produjo contactos químicos distintos. El experimento demuestra que la
interacción entre la madre y su cría recién nacida es fundamental para el
desarrollo estructural de su sistema nervioso. Si esto ocurre con una ovejita,
imaginemos lo que ocurre con un niño o a una niña cuando son privados del amor
de la madre, del padre, de una familia sana, de una comunidad generosa. El
trastorno emocional que sufren les afectará de por vida.
Pienso en la
niñez guatemalteca y me duele. El índice de desnutrición crónica de niñas y
niños es del 49.8 por ciento. Carecen de buena educación, salud, vivienda y
paz. Los niños, como las niñas, tienen los mismos derechos; sin embargo, se ha
comprobado que la niña guatemalteca es quien sufre la mayor discriminación.
A continuación
algunas cifras escalofriantes que la organización Plan Internacional Guatemala,
en su campaña “Por ser Niña”, ha dado a conocer a diversos sectores de la
sociedad con el propósito de visibilizar el oscuro entorno que padecen las
niñas en el país. La niña guatemalteca no es feliz.
Diariamente 8
niñas menores de 14 años se convierten en madres. Aproximadamente un 90% de
niñas entre 7 y 12 años y un 55% de niñas menores de 18 años enfrentan
violencia física, psicológica y sexual. Perciben el castigo físico como algo
“normal.” Han crecido en una sociedad patriarcal y machista que cultiva la
cultura del silencio. El miedo, la vergüenza y la carencia de instituciones que
puedan protegerlas las conducen a callarse. ¿Existen albergues que las acojan
con amor y les brinden el apoyo profesional y psicológico que necesitan si se
atreven a denunciar las agresiones físicas, sexuales, psicológicas y criminales
que padecen sistemáticamente por sus abuelos, padres, hermanos, primos,
vecinos? ¿Cómo podrán rehacer sus vidas? ¿Qué educación recibirán sus hijos? El
círculo negativo se perpetuará.
Solo el amor
cura. La ternura nutre el alma de la niña que algún día será madre. Con ternura
amamantará a su hijo. Como la oveja madre lame a su cría recién nacida.
(Tomado de
Prensa libre, 26 de octubre del 2012)
Alerta
Alba-Keneth reporta 2,347 menores sin aparecer
Solo entre el 1 de enero y 30 de septiembre de este año, la unidad de
alerta Alba-Keneth reporta un total de 2 mil 964 menores de edad desaparecidos,
de los cuales a la fecha continúan sin ser hallados mil 429 niños y
adolescentes.
CIUDAD DE GUATEMALA - A ellos se suman 918 menores de edad que desaparecieron en el 2011,
cuyas familias continúan sin saber nada de ellos. En total en ese año
reportaron la pérdida de mil 991 niños y jóvenes, el resto, mil 463, si fueron
hallados.
Pero si se toma el total cifra de
reportes desde que fue creado este sistema de alerta, la cifra de denuncias
llega a los 4 mil 579 niños y adolescentes que han sido reportados ante las
autoridades como perdidos, de los cualescontinúan sin aparecer dos mil 347
menores.
Preocupante
Del total de desaparecidos del 1 de
enero del 2011 al 30 de septiembre de este año 957 son varones y mil 919
mujeres, quienes no han sido hallados, vivos o muertos.
Estos niños y adolescentes
continúan sin aparecer pese a que la Ley del Sistema Alba-Keneth estipula que
la “búsqueda, localización y resguardo” deben hacerse inmediatamente después de
su desaparición o sustracción.
La Ley además establece que en seis
horas deben haber acciones de búsqueda, sin embargo, aun existen muchos retos
para que la unidad funcione tal como lo manda la normativa, según Norma Cruz,
directora de la Fundación Sobrevivientes.
Problema estatal
Según Cruz esta unidad de búsqueda
ha logrado su objetivo en un 50 por ciento. Explica que antes no había un
registro de los casos, y las acciones eran sólo de la familia del menor
desaparecido, mientras que con la alerta se ha convertido “en un problema del
gobierno y de la sociedad guatemalteca”.
Zulma Subillaga de la Secretaria de
la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas (SVET) opina que ayudaría
que el sistema funcionara como un instituto independiente, como sucede con el
Instituto Amber en Estados Unidos, que sirvió de modelo para dicha alerta.
Revisan casos
Frankling Azurdia, director de la
unidad Alerta Alba-Keneth, quien tomó posesión el 10 de septiembre pasado,
afirma que realizan una revisión de los casos. De esa manera se percataron, el
19 de septiembre que dos días antes, a las 22.50 horas había ingresado la
denuncia por la desaparición de Sara Abigail Luna Hernández de 16 años; Sin
embargo, la alerta no fue activada en ese momento, como lo manda la Ley en su
artículo 11, sino hasta el día siguiente a las 5.06 horas.
Por este hecho le iniciaron un
proceso administrativo a Robinson Chéves, abogado que estaba a cargo de la
unidad en el momento en que entró la activación y a su asistente Gerson
González.
Durante la investigación que hizo
la Procuraduría General de la Nación, Chéves y González pusieron como excusa
problemas de informática, sin embargo, la revisión definió que ellos acumularon
varios casos para activarlos juntos.
PGN denuncia en MP
Ante esos resultados, los dos
responsables fueron destituidos y denunciados ante el Ministerio Público por
incumplimiento de deberes.
Los restos de Abigaíl Luna fueron
hallados dispersos en tres bolsas negras de nailon en la 6a. avenida y 1a.
calle, colonia Kennedy, zona 18, donde detuvieron a dos hombres un día después
de la desaparición.
Azurdia aseguró que ahora dan
seguimiento a los casos de menores que siguen desaparecidos, lo que antes no se
hacía.
Para ello aumentaron el número de
personal en la unidad, por lo que ahora existe un grupo recibe las denuncias y
activa las alertas para coordinar la búsqueda, al mismo tiempo que otro
personal da seguimiento a los casos sin aparecer y otras analizan las causas y
lugares con más casos.
Causas
¿Por qué se van?
La unidad de análisis de la Alerta Alba-Keneth
ha empezado a estudiar las posibles causas de las desapariciones, lo cual ha
logrado con los menores de edad localizados y rescatados.
Según los menores de edad hallados, la principal causa de su desaparición es la trata o explotación económica o sexual, de lo cual son víctimas, pues agresores los separan de sus familias y los explotan física, laboral y sexualmente.
Los jóvenes y niños también aseguran que son víctimas del delito de coacción o amenaza con fines delictivos, las que en su mayoría provienen de pandillas y el narcotráfico.
La sustracción por parte del padre que no tiene la custodia o la madre que desea que sus hijos regresen con ella es otra de las razones por las que son presentadas las denuncias de desaparición.
El maltrato y los conflictos conyugales también propician que los niños huyan de sus casas.
Muchos jóvenes también dejan sus hogares por decisión propia, por rebeldía o influencia de su pareja.
En el 2012, los cuatro departamentos con más casos son Guatemala, Escuintla, Petén y Jutiapa, donde han aparecido 10 menores de edad muertos, luego de que fue reportada su desaparición.
Según los menores de edad hallados, la principal causa de su desaparición es la trata o explotación económica o sexual, de lo cual son víctimas, pues agresores los separan de sus familias y los explotan física, laboral y sexualmente.
Los jóvenes y niños también aseguran que son víctimas del delito de coacción o amenaza con fines delictivos, las que en su mayoría provienen de pandillas y el narcotráfico.
La sustracción por parte del padre que no tiene la custodia o la madre que desea que sus hijos regresen con ella es otra de las razones por las que son presentadas las denuncias de desaparición.
El maltrato y los conflictos conyugales también propician que los niños huyan de sus casas.
Muchos jóvenes también dejan sus hogares por decisión propia, por rebeldía o influencia de su pareja.
En el 2012, los cuatro departamentos con más casos son Guatemala, Escuintla, Petén y Jutiapa, donde han aparecido 10 menores de edad muertos, luego de que fue reportada su desaparición.
POR VERÓNICA GAMBOA / Guatemala /
Alerta Alba Keneth: aún queda mucho por hacer (Prensa libre, 29 de octubre del
2012)